sábado, 26 de marzo de 2011

Sola


Con el humo que expiran mis labios
se disuelven los deseos, los juramentos
hechos en el calor de tu lecho.
Las palabras se anudaron entonces
como las sábanas que nos dieron cobijo
de la luz de las noches.
Lo eterno se voltará efímero
con el primer rayo de la mañana,
cuando la realidad sea un hecho.

Con los cristales rotos de esta copa
borraré de mi mente tus ojos,
y esos labios que susurraban secretos.
Será el vino, que corre por estas venas,
el que ahora haga palpitar este corazón
náufrago, que viaja sin patria ni bandera.

Con la primera brisa pisaré fuerte este suelo
que se remueve bajo mis pies,
y dejaré que la lujuria me abandone con el primer rocío.
Atenazaré el dolor contra mi pecho
enquistado, por las espinas de este presente vehemente,
que no me da la calma que necesito.


3 comentarios:

  1. Sin palabras... Aiiiiinnnnnssssss!!!!! (suspiro) :DDDD.
    Eres lo más!!!! Un saludo!!!

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  2. Tan amargo como bonito, Fini. Una vez más, enhorabuena.

    Besos.

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