sábado, 17 de diciembre de 2011

Mil formas


Menguante como el reptil añejo
que corretea en el agujero.
Curvilíneo como las arenas del desierto
que vuelan en mis ojos y se posan en tu cuerpo.
Opaco y oscuro el techo del mundo,
obtuso pensamiento humano:
errado y confuso.
Lento, pausado el caminar, el ver, el pensar.
Consagrado el violinista que cada ocaso,
entre un manto verde, se pega a mi oído.
Línea recta que tiende al infinito,
mientras mis pies se comen el mito.
Áspero como la hiel: 
el veneno que late en la sien.
Mecido entre sístole y díastole,
se aglutina el hedor de la plaga maldita.
Anidará la oscuridad en los días venideros,
cubrirá con sus alas el dolor y el miedo;
y entonces en mañana creciente levantará vuelo,
será la alondra, camaleón, en desértico duelo.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Ojalá que las nubes me lloviesen por dentro


Ojalá que las nubes me lloviesen por dentro,
que me violasen las gotas mientras estoy no siendo.
Ojalá esto no se no convierta en súplica ni en rezo
de la flor marchita con destino incierto.
Fe rota, esperanza a cuentagotas
y la oscuridad instalada;
ahogan mis gritos la rabia.
Llueve...
En este viaje empezado el dolor en mis zapatos,
y toda una vida, una mochila en la espalda,
demasiado excesiva la carga
para un camino tan largo.
Ciego el orgullo por agujas afiladas,
sólo ven los ojos instalados en las colinas:
me vigilan, me acechan, me persiguen inquisitorias.
Llueve...
Ojalá que las nubes me lloviesen por dentro,
que me violasen las gotas mientras estoy no siendo.
Ojalá que la necedad que sobrevuela mi mañana
no anide en la oscuridad de mis entrañas.
Atrapada, sigo atrapada en esta telaraña,
esperando no ser otra masa sanguinolenta
le digo a dios que no existo.
Llueve...





jueves, 24 de noviembre de 2011

No sentí su frío acero


foto de pink1-30am.blogspot.com

Ahora veo correr la sangre, pero no sentí su frío acero.
No la vi llegar; venía envuelta en hipocresía y sonrisas,
amparada en un gran lazo rojo que maniató mis sentidos.
Atravesó la mañana y entre dulzura alada
flirteo entre las nubes, convirtiéndolas en perpetua niebla,
que cegase estos ojos crédulos y confiados.
No la vi llegar; demasiado entretenida en un lado del camino
recogiendo los pétalos deshojados, demasiado despistada
para entender por qué me fue asestada.
Ahora percibo su olor: miedo.
El hedor nauseabundo que supuran los amilanados,
grabado a fuego en la pituitaria.
Escondida en alguna esquina por mano traicionera,
ya no la delata su fulgor, funda de terciopelo rojo
la mantendrá a buen recaudo.
Ahora veo correr la sangre, pero no sentí su frío acero.
Desgarradas las entrañas se me volvieron pequeñas las manos,
pálida carne trémula que no acertó a saber todos los entresijos.
Venía envuelta en hipocresía y sonrisas,
y atravesó mi mañana con la dulzura alada
del que con cuchillo ardiente arrancará tu alma.
Astuta la mano y astuta la mente creadora,
me concentro en mis entrañas esparcidas en la acera,
y como el chamán leo lo que los dioses me dictan.
No la vi llegar.
Ahora percibo su olor: miedo.
No la veréis llegar, este es su credo.


jueves, 17 de noviembre de 2011

Una bala con nuestro nombre grabado


Ábrase la tierra y que emerja el fuego purificador,
anular y destruir, y un potro de tortura ganador.
Ruleta rusa, una señal en mi sien
de obra y pensamiento en algún lugar
una bala con nuestro nombre grabado.
Regaré mi jardín con la sangre vertida,
abonaré los campos con las vidas sesgadas
y levantaré una valla de puñales y dagas.
Grumos cuajados recorren la arena,
salpican arterias y venas los vientos de guerra.
Retumba el coliseo y los ecos en mi cabeza,
sobrevuela el cielo la negra parca
y yo me la juego a la mejor carta.
Y en estas largas noches de piedra,
oscura el alma del que miente, seca la lengua,
donde corazón y armadura suenan una.
Demasiado tiempo pasado imperfecto,
demasiado tiempo presente simple,
demasiado tiempo futuro incierto.
Noches de fría piedra atormentando
el sueño de los hombres,
sujeta la soledad con cadenas
unos miembros inmóviles.
Nadie puede huir, no puedes escapar
de esta larga noche de piedra.
El humo envilecido que oscurece el horizonte,
que nos arrebata el sol
y nos contagia esta ceguera permanente.
Ábrase la tierra que me vio nacer,
emerja el fuego y templaré mi espada,
será vuestro dolor mi coraza,
vuestras súplicas mi lanza,
vuestras lágrimas mi esperanza.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Me gusta


Me gusta el aire que te rodea,
cuchillo que corta la mañana.
Me gustan esas miradas perdidas,
las palabras entrecortadas, y esas noches largas.
Me gusta cuando ríes, me gusta cuando hablas
y el humo que se escapa de tu boca
al hacerme confidencias.

Me gusta, me gusta
todo cuánto veo en el mar
porque sigo dispuesta a navegar 
o a esperar en la arena
a que volvamos a naufragar.
Me gustan las noches en vela,
y las gotas de lluvia meciéndose en tu cabeza.

Me gusta la primavera
que te obliga a abrir la ventana,
me gustan las flores y la brisa,
el chirriar de tus brazos que ahora son ramas.
Me gusta, me gusta, me gusta
soñar despierta y quemar una nueva hoguera,
desandar lo andado, remontar el vuelo con estas alas nuevas.

Me gustan tus manos, su calma,
me gustan esos ojos negros y el calor que emanan.
Me gusta la música que suena
y el tintineo de las campanas,
las nubes blancas, las horas regaladas.
Me gusta el silencio cuando lloras, tus lágrimas.
Me gusta, me gusta incluso cuando callas.


miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿De qué sirve el horizonte cuando no hay camino?



¿De qué sirve el horizonte cuando no hay camino?
Un foco que se apaga,
una idea que se enciende,
un paso más en esta cuerda floja
un mañana más,
un día menos,
segundos que te arrastran contracorriente.
Hombres que lloran con el miedo de un niño,
niños que matan en un juego aprendido.
Palabras vacías y retorcidas resonando en la calle
¿ a quién le importa tanta mentira?
Negro el cielo, negra la calle,
negra el alma del que huye.
Se oscureció el mar, se paró el río
pero alguien tiene lleno el bolsillo.
Si alguien piensa que puede rodearme,
atarme, moldearme o cambiarme.
Si alguien piensa que puede retenerme
tendrá mi cuerpo pero no mi mente.
Soy ese tiempo que no se ata con cadenas,
soy la palabra que te araña y que te hiere.
Me ahogan las lágrimas en este agujero,
se ata el miedo a mis dedos,
la furia galopa en mis venas,
no necesito nada creado,
suficiente adrelanina remueve este cuerpo.
¿De qué sirve el horizonte cuando no hay camino?
Atraviesan mis ojos lo opaco,
sé que está allí, más allá, en el otro lado.
Dame tu mano, déjame que te lleve
no soy otra nube en el cielo.
Soy sólo una golondrina que emigra
cuando en su corazón hace frío,
una palabra escrita en un muro,
una pluma que se mece en el viento.
Demasiados cadáveres me rodean,
¿por qué temerle a la muerte?,
me la juego todos los días a una partida de dados.
Demasiada esperanza, demasiadas almas perdidas,
demasiada guerra, demasiada sangre vertida.
Muda el alrededor en desierto agrietado,
las aguas oscuras acallan los gritos,
la noche perpetua donde el mar ya no gime,
ese tiempo en el que la inocencia se pierde.
Y todo lo que soy, cargando en mi espalda,
y lo que seré, una losa aplastando mi pecho.
Demasiado calor pero ya no existe el sol,
demasiado frío, ¡no es la luna! se ha ido,
icebergs derretidos por tormentas de arena
y la sinrazón, patrón de una nave vacía.
Un sueño, una estrella,
un nombre, un amigo,
una charla, una sonrisa,
un poema, una canción.
Un horizonte que siempre será mío,
 aunque ya no quede camino.




viernes, 4 de noviembre de 2011

Luces de neón


Luces de neón dan color a esta viñeta,
una vida que no es blanca, ni negra, ni gris.
Cuando se apagan las luces y se corre el telón,
cuando ya nadie mira, ni nadie me observa,
cuando aparto al mundo tras el cristal de la botella.
Entonces se abre este camino de piedras,
despierta del letargo toda la incorrección
y bajo de la cruz con mi palabra intransitiva.
Busco claridad tras las chispas centelleantes,
tras las estrellas fugaces que acojo en mi balcón.
Busco a esa luna marchita y esquiva,
busco un llanto en la noche que me devuelva a la vida.
Luces de neón, luz ficticia,
reclamo vacuo de este mundo para lo que ya no tiene color.
Busco a ese unicornio alado,
busco a una princesa y a un vagabundo,
busco la fuente en el desierto que calme al sediento.
Y a este mundo de corderos y lobos le digo:
que no es oro todo aquello que brilla,
que el viento arrastra las hojas pero el árbol sigue con vida,
que cuando el río fluye nos muestra el camino.
Montañas que parecen valles en tu lejanía,
horizontes desteñidos porque tu sol ha descendido.
A vosotros, a los que pierden el alma por sus poros,
a los que luchan con el corazón en la mano,
a esos que piensan, no perdéis el tiempo al hacerlo.
No surquéis ese cielo de cometas,
intranscendentales y ligeras.
No cavéis hoyos, no os enterréis en vida,
no malgastéis días en descubrir los milagros de la fe divina.
No levantéis muros, con esas piedras se construirán caminos
y ese mundo distinto que nos de cobijo.
Cuando cae la noche y brillan las luces de neón,
mientras la ciudad duerme, yo vivo.
Atrapo a vuestros demonios y los hago míos,
recorro este teatro vacío cuando termina la función.
Absorbe la luz perdida esta viñeta,
que por siempre será blanca, negra y gris.



martes, 1 de noviembre de 2011

Espejos y lápices



Se derriten mis manos con solo pensar en tocarte,
se anclan mis pies al suelo como vetustas raíces,
descansan mis ojos, ciego está el iris,
y los labios secos, y el paladar hecho grumos.
Tengo el cajón lleno de excusas, de invenciones para no verte,
pero no tengo ninguna que explique el que las use.
Tengo espejos y lápices para crear una crisis
y amantes perdidos, y una vida de tumbos.
Pierdo el sentido de lo que es y de lo que fue,
de lo que digo y contradigo
porque ni yo misma sé,
ni soy, ni estoy, ni hago, ni haré.
Me dibujé, en esta cara mustia, una sonrisa inventada,
así excuso cualquier pregunta inadecuada.
Triste mi alma, pero con la felicidad creada
ahuyento a los lobos que desean devorarme en manada.
Paseo en los jardines abandonados por el hombre,
en los desiertos abandonados por el hambre,
sofocando mi sed en el único oasis
que me depara esta praxis.
En el pasado hubiera evitado cualquier viaje,
en otro tiempo hubiese evitado los contratiempos,
pero evitar el problema creado
no conlleva a una solución a ultraje.
Se derrite mi piel con solo pronunciar tu nombre,
con sólo soñar tus ojos,
solamente imaginado tu cuerpo
amaso otro mundo y lo escondo en un sobre.
Tengo cristales rotos, demasiado frío,
y una mente llena de miedo.
Tengo rosas y vino 
que ahogan en mi garganta los gritos.
Pierdo el tiempo de lo que es y de lo que fue,
de lo que vivo e imagino,
porque ni yo misma sé,
ni soy, ni estoy, ni hago, ni haré.
Me pinté una metáfora en el cielo
para no tener que volver a pisar el suelo,
y escapar de esas vengativas hienas
que me marcaron como diana.
Quiero estar sola,
que nada ni nadie se atreva.
Que se detenga el mundo
mientras cierro esta puerta.
Pasearé en los jardines abandonados por el hombre,
en los desiertos abandonados por el hambre,
sofocando mi sed en el único oasis
que me depara esta praxis.

lunes, 24 de octubre de 2011

Te seguiría




Te seguiría allá donde fueses pero la lluvia borró nuestros pasos. 
Sólo me queda el sol amargo de los posos de mi café,
el alma helada, una taza vacía, y la almohada llena de sueños falsos.
Buscando esa utopía que anidó en lo más alto de la cima,
pasa un año más y me empuja la masa para que rece,
pero no encuentro al dios que aplaque mi ira.
La traición y las punzadas de dolor envueltas en una canción,
una rima que me da la calma que no encuentro,
ese silencio que es mi sombra al ponerse el sol.
Te seguiría allá donde fueses pero no encuentro ríos mansos.
Sólo me queda el frío de una hoguera que no arde,
una hoja en blanco, unos ojos que no miran, días eternos y largos.
Buscando esa tierra prometida que alguien dijo que existía,
intento liberar al tiempo de sus cadenas, el ansia crece,
afila el verdugo su hacha, pero esta filosofía es mía.
Me regalan las palabras las alas que he perdido
y esta fosa que han cavado la rellenaré de versos ambiguos,
sellaré mis labios, y tapiaré todas las puertas con muros.
Te seguiría allá donde fueses pero el horizonte ahora es mío,
mías son las gotas de lluvia, la oscuridad de la noche,
cada puerta que abro y también las que cierro.
Buscando una llama que no se extinga,
un faro que me guíe, una musa que me inspire,
un camino sin piedras, una rosa sin espinas.
Sólo otros como yo resolverán este dilema, este juego
en un tablero con fichas que están perdidas,
arrastradas por los vientos del olvido.

Te seguiría, créeme, pero esta vez, haré un alto en el camino.




miércoles, 19 de octubre de 2011

El Fuego



Y dejar que este fuego interno salga al exterior,
 para que se pierda entre moléculas de oxígeno inexistentes,
y se consuma a si mismo.

Entre estas paredes carnales se alimenta
y crece el monstruo, y sube al cielo
y golpea la cabeza.

Va martilleando día a día,
arrancándote la piel,
socavando en la herida.

Al final de este túnel no hay luz blanca,
no hay esperanza de recuperación,
simplemente, no hay esperanza.

Arden las entrañas en una pira,
sentida como propia,
aunque sea imaginaria.

Entonces rechazaré al sol,
me ocultaré, porque cualquier claridad
volcará más luz sobre nuestro miedo.

Que salga ya,
que se vaya ráudo el fuego,
no quiero ser ceniza en vida.

Ni alma en pena, 
ni vagabundo de recuerdos inventados,
ni cadena que me ate al mañana.

Subiré la ladera más alta
si así pago el justo precio,
pero, por favor, acallad el fuego.





miércoles, 12 de octubre de 2011

Quiero

Quiero a eses ojos que me miran, a eses que saben lo que pienso sin ni siquiera mediar palabra. Quiero esos labios que besan mi piel sin ni siquiera rozarla, porque el aire que los separa se ha cuajado en un muro impertérrito. Quiero a ese que me quiere como soy, y que no me pide nada a cambio, quiero y de tanto querer se me olvidó que no me quiero a mi, parte imprenscindible de esta ecuación. De tanto elevarme al cuadrado, de restar lo importante, de sumar lo imposible y de multiplicar lo innegable, lo triste es que este cuadrado que me conforma jamás será un círculo. No son las matemáticas la solución, ni la física, ni la fisolofía que revolotea sobre el verbo que, a menudo escupo, sin ningún pudor. La solución, la paradoja de este problema radica en que más allá de x hay una y; efectivamente en esta vida siempre hay más de una incógnita a despejar....¿ la culpa? La culpa es mía, la aceptó, y desde este punto construiré otra línea paralela, semejante, pero no igual a la anterior - de que me serviría cometer el mismo error-. Elegir lo correcto es deshechar el camino del miedo, de la incertidumbre para la que nadie nos educó. Los límites del bien y del mal, de lo controlable y de lo incontrolable reside en lo más profundo de nosotros, pero somos cobardes, y ante ello, lo único que nos queda es rendirnos a lo inevitable. Seguiremos como hasta ahora, ¿ para qué luchar si nos hemos visto vencidos?
Quiero a ese alma que lucha y no se rinde, quiero a ese que mantiene los pros y no los contras, quiero no estar solo y que mi lucha no sea un desatino. Quiero y de tanto querer, espero que esto no haya sido una pérdida de tiempo. Qué vuelen mis cenizas junto esos ojos que me miran, junto esos labios que me besan desde la lejanía que siento tan cercana y mía. Quiero amar al que me ha amado, y amaré sin ataduras al que presto se acerque a mí sin palabras ni deseos; sólo aceptaré historias sin palabras, no quiero más preguntas sin respuestas, no más viajes en el tiempo. Quiero, y de tanto querer, se me olvidó exigir que alguien me lo devuelva; se me olvidó pedir lo que por derecho es mío. Te quiero, es tan difícil de asumir, tan fácil de decir que duele; me duele cada poro de esta piel ajada por el tiempo, rasgada por este sentimiento cruel que nos convierte en marionetas estúpidas. Te quiero tanto, que un día se congeló mi sangre en tus venas, y ahora ya no soy nada. Se me olvidó que la parte más importante en esta ecuación, soy yo.

jueves, 6 de octubre de 2011

Otoño reinventado


"Otoño", 2007 de Silvia Navarri


Caen las hojas de este otoño reinventado,
y entre mis zapatos repiquetean y crujen
como el amor soñado.
Burdeos tiñendo el aire caliente de terciopelo,
que recorre los recovecos de mi piel
como ese amante sin lugar ni nombre.
Siento como hierven las aceras con tan solo mirarlas,
burbujea la sangre en mis venas
como esos ríos de lava que todo atraviesan.
Caen las hojas y se amontonan, 
librería de lo antiguo que se expone ante mis pies,
nervios ocres y polvo conforman mi ser.
No siento el aire que azota mi mente
porque se pierde en los recovecos,
porque agita las olas incipientes.
Todo cuánto aprendí se cayó en este otoño reinventado,
lo arrastró la brisa del norte
al cementerio de los sueños rotos.
Y antes de que llegue la blancura helada
se tornará mi corazón púrpura 
en esa negra alma que no tiene calma.

lunes, 3 de octubre de 2011

Donde la perfección no existe



Hace días que noto la ausencia de estas musas, que a ratos me consuelan y me regalan alegrías. Hace bastantes días ya que no atraviesan mi mente cientos de ideas, originales o no, ni siquiera esas veinte o treinta palabras que conformarían un pequeño verso. Me siento vacía, seca y sin vida como una charca en verano. En estos casos suelo recurrir a lo más fácil: mirar a mi alrededor y, teniendo en cuenta la que está cayendo, usar cualquier incidente para redactar una crítica feroz y despiadada. Pero esta vez he decidido qué basta ya...qué estoy cansada. Supongo que este hastío, que se ha apoderado de este envoltorio mortal, desaparecerá de la misma manera que ha llegado; pero mientras tanto, mientras me tenga como única morada, estoy decidida a dar un paso más allá...

El mundo está lleno de gente maravillosa  -quedaría muy poético, lo reconozco- Pero entre nosotros, (esto que no salga de aquí) todos sabemos que es mentira. ¡Qué no! no voy a criticar, por enésima vez la maldad humana. ¡No quiero! Sin embargo volveré a mi afirmación inicial, que sin ser cierta tampoco es errónea. Porque lo cierto es que si que hay gente buena, sólo que la cantidad a determinar es un enigma; pero por lo poco que sé del mundo, creo que su número es bastante pequeño. Aún así, a pesar de todos los inconvenientes que su busca nos podría causar -basándonos siempre en fundamentar nuestras hipótesis a base del tan socorrido ensayo clínico- No tenemos otra manera de comprobación que no sea ir asumiendo errores hasta que un buen día obtengamos un resultado positivo. Bueno si, hay otra manera, el encerrarnos en una burbuja y, rodando dentro de ella, esperar a que nos suena la flauta como en el cuento. Tropezaremos una y otra vez, perderemos las ganas de seguir, habrá momentos que nos invadan unas ansias terribles de tirar la toalla, pero no debemos hacerlo, o no deberíamos. A lo largo de nuestra vida, con suerte, tropezaremos por casualidad con dos o tres de esos especímenes en peligro de extinción, y entonces, y sólo entonces todo el arduo trabajo se verá recompensado. Quizá no formen parte de tu vida nunca, o si lo hacen, su compañía se reduzca a un breve espacio de tiempo, pero lo que hemos de pensar es en lo afortunados que somos por haberlos conocido. Nunca como en estos momentos, la bondad, mejor dicho su ausencia la ha transformado en un bien tan escaso como preciado, al menos para algunos. Hemos de liberarnos de esas mentes inquinas que disfrutan haciendo daño, tenemos que ser conscientes de que su poder radica en nosotros, y que sólo nosotros podemos vencer.

Sin querer esto se ha convertido en un discurso de apología de la bondad, y no quería, la verdad. Esto puede sonar como una bobada, pero realmente hacia donde quería ir, a donde quería llegar, es al equilibrio: a ese punto intermedio de la naturaleza humana en el que todos deberíamos de residir. Ese lugar donde la perfección no existe...

jueves, 22 de septiembre de 2011

Lo que no está escrito


Mientras exista un sueño, mientras un solo pensamiento divague en alguna mente, quedará algo por decir, una historia por contar. Y con cada palabra, engranada una en otra hasta convertirse en una historia se irán cubriendo al azar hojas en blanco que llenarán tantas horas vacías. ¿Cómo desterrar entonces ninguna obra? No me encuentro entre eses dioses capaces de juzgar lo humano y lo divino. ¿ Cómo puedo oponerme al sueño de otro, a sus fantasías, a sus anhelos, a sus miedos...? No puedo rechazar la idea de otro aunque difiera de la mía, no puedo juzgar una vida que no he vivido y que tampoco he sentido. Cada obra es una creación única, de un ser único e irrepetible, que unta en cada texto una parte de su ser. Hay tantos pequeños matices a tener en cuenta antes de leer un libro que deberíamos tomarnos un tiempo antes de hacerlo; y entonces, en cuánto descifremos todos esos pormenores que a priori desechamos, la lectura jamás volverá a ser lo mismo. Aprendamos del silencio y de todo lo que no está escrito.

martes, 13 de septiembre de 2011

LA ROSA DE LOS VIENTOS






Atrapé el aire que se apoyaba en tu boca
y a sorbitos me lo fui bebiendo,
dejé que se deslizase por mi garganta
hasta ser devorada por este fuego intenso.

Derritieron tus ojos el hielo que me cubría,
y fue tu lengua atrapando cada gota que desprendía,
que escapaba, deliberadamente, de mi nuca,
buscando la ansiada captura.

Y entre aquellas llamas florecieron ríos,
se convirtieron nuestros cuerpos en barro,
los gemidos en brisa,
nuestro llanto en poesía.

Navegué a la deriva por tus caderas
cegada por la niebla en tus manos
que me impedía volver a puerto
ahogándome a cada instante en un mar de fuego.

Descubrieron tus dedos inconfesables secretos,
dibujaron senderos perdidos
que fueron trazando tus besos
hasta convertirme en rosa de los vientos.

Vendimos nuestra alma al diablo
para poder inventar el viento que nos llevase lejos,
y enterrar el norte para no perderlo.
Lo entregamos todo por atar con cadenas al tiempo.


miércoles, 7 de septiembre de 2011

NECIO



Bajé por el camino como quien deambula perdido,
escapando en cada piedra de una sombra que me persigue,
ocultándome en la orilla que no toca el sol,
oyendo como se resquebraja el calor.

Ahora que ya respiré este aire que me rodea,
que siento mis pulmones oprimidos
por una pesada losa en mi pecho,
me refugiaré en los tejados como un gato malherido.

Serán las chimeneas las que resguarden del frío, 
este cuerpo ultrajado de tu ausencia,
de la ignorancia que emanó de tus manos,
de la ceguera instalada en tus ojos.

Transformaré los rayos de luna en cuerdas
que pueda tender hacia el infinito,
en amarres que me sujeten a una vida que ya he perdido,
en sogas, si acaso, necesito acabar conmigo.

Sin embargo atenazaré la mañana en cada suspiro,
y la atraeré hacia este cuerpo yacente
para que me acompañe en este rincón,
para que mi alma no me abandone a la primera de cambio.

Con su primera luz abandonaré mi refugio
en busca de esos cuatro horizontes
que loco de mi, creí míos:
otro patán más sin reino ni beneficio.

Y a pesar de que me siento cansado y abatido
por el exceso de esta vida,
necesito recuperar lo que por derecho es mio,
perdido en esa alcoba que un día compartí contigo.

Necio, eso es lo que soy, un simple necio
que ahora maúlla en los tejados,
que confió su destino a unas manos
que no supieron escribirlo.






domingo, 4 de septiembre de 2011

Cerrando puertas


Arranqué estos miembros de hojalata
y construí con ellos una veleta
que preside esta casa.
Cegué estos ojos con lágrimas afiladas
para así no ver correr el tiempo
que enfurecido me come los recuerdos.
Brilla la oscuridad en estos huecos
donde una vez anidó el fuego que nos calentaba.
Ya no me queda nada...
Até los nudos de la conciencia,
cerré cada una de las puertas
para dejar atrás tornados y desiertos.

Pero es inútil...
Te muestras en cada rincón, me acechas en sueños.
Y cada vez que me miro en el espejo sólo veo tu reflejo,
Eres la piel que habito,
el polvo abandonado del camino
que un día ensució mis zapatos.
Desgarré el cielo con mis gritos,
arañé las nubes como quién garabatea en la arena,
cambié mis cicatrices por sueños,
y lo convertí todo en metáfora.
Adjetivé mi vida esperando que todo cambiara,
puse precio al dolor de los sustantivos
que  inventa mi cabeza.

Y sin embargo espero a que el futuro venga,
respirando el silencio que escapa por tu boca,
rellenando esta tumba que me he cavado.
Que espere por mi la parca
mientras mi musa trae nuevos epítetos,
y se confunde la lluvia espesa
con este mar de lágrimas.
Esperaré pausada entre tintas y tinteros
a que se haga la luz entre tanta tiniebla,
a que amanezca otro día,
a que se apague la noche de mi vida.
Entretanto congelaré mis venas con rocío,
y esconderé mi corazón en una caja:
no hay cura posible para esta herida.




lunes, 29 de agosto de 2011

Al cobijo de un árbol


Me falta el aire, me ahogo en tus silencios,
no quedan losas bajo mis pies, desaparece el camino.
Es el tiempo ese animal muerto que juega con mi cuerpo,
que lo aturde y lo maltrata hasta dejarlo seco.
Crecen los muros tan altos porque han de ser derruidos,
y los niños jaleando, y el miedo una soga que cubre mi cuello.
Escogieron por mi un futuro que no va conmigo;
quiero escribir otro destino:
que me lleve lejos, que me lleve al cielo,
que me devuelva la inocencia de cuando era un niño.
Se acerca la tormenta, me lo cuenta el viento al oído
mientras corretean por el asfalto caliente
los versos que vomita mi pecho.
Rendirme a lo inevitable quizá sea otro juego,
lo afrontaré mientras no aparezca otro nuevo.
E incluso si llegase la noche de los tiempos,
esperaré aquí sentado,
no encuentro nada mejor por lo que luchar,
el orgullo me lo tragué con el café al desayunar.
Abriré mis venas y dejaré que tiñan este horizonte negro...
harta de hacer círculos en el suelo,
de mercadear con lágrimas y sueños,
de pagar, por tanta mentira, un alto precio.
Necesito un refugio, necesito descansar;
quiero que se pare el mundo,
quiero un árbol amigo donde poderme cobijar.
Me perderé en su sombra, me anclaré a sus raíces,
y dejaré que la brisa acaricie mi pelo.
Nos fundiremos en uno solo mientras nos alimenta la lluvia.
Y ahora que mi carne es madera,
que mis lágrimas son un río,
que ruede, de nuevo, el mundo.
Ya no oigo la guerra a lo lejos,
ya no tengo sueño, ni hambre, ni frío.
Oigo a los niños que ríen, que hacen un camino nuevo
con el muro destruido.

lunes, 22 de agosto de 2011

La ventana indiscreta


Ni siquiera Nostradamus fue capaz de vaticinar que el invento de los inventos acabaría por dominar nuestras vidas: hoy por hoy las redes sociales se han convertido en ese mundo paralelo donde todo es posible. Sus detractores abogan por recuperar esas ya, viejas costumbres, que algunos creen perdidas para siempre. Con la prohibición del tabaco, la crisis que nos embarga -a unos más que a otros, por supuesto- los negocios de hostelería ven cada vez más mermado su medio de vida. Ya no quedamos como antaño para disfrutar de una tertulia, de esas que se perdían en la tarde para teñir luego la larga noche que se avecinaba. Ya no se llenan las terrazas, aparecen despobladas como esos pueblos dejados de la mano de dios, porque los que antes las habitaban descansan plácidamente en su sofá mirando "el caralibro". Nos hemos inventando un mundo paralelo, donde cada uno, dependiendo de su imaginación, puede ser lo que quiera ser. Nunca, como ahora, hemos disfrutado de la posibilidad de ser superconocidos. Nos medra el ego colgando nuestras mejores fotos, incluso las hacemos para la ocasión para que todo el mundo pueda disfrutar de ellas. Otros prefieren, la socialización: coleccionar amigos se ha convertido en otro tipo de juego. Incluso los hay que ahorran dinero en psicoterapia, y nos hacen a todos partícipes de su estado de ánimo, de sus rupturas sentimentales, del cabreo permanente con el mundo...Sin embargo, con todo este amplio abanico a nuestra disposición, las redes sociales se han convertido en ese gran hermano que todo lo ve, que todo lo controla. Y no me refiero a ese tipo de majaderías que pululan por ahí: que si nos controla la CIA, el FBI, el MOSAD... o la madre del cordero; ni tampoco al hecho de que se han vendido todos nuestros datos a grandes multinacionales -de eso ya se encargó telefónica hace mucho tiempo-. Me refiero a nosotros mismos. Tan vacíos, tan aburridos de estas míseras vidas que tenemos, que mejor que controlar al vecino: a ese que no nos saluda, al que no nos deja colarnos en la cola del pan, a esa rubia cachonda que, en el mejor de los casos, sólo podriamos suspirar por ella. No sé en que punto de este avance nos hemos convertido en cotillas; Hitchcock, aquel gran genio, nos hizo un guiño que sólo unos pocos supieron entender. A través de esa ventana indiscreta nos asomamos a un mundo que nos mantiene aislados contra nuestra voluntad, que nos agarrota nuestros miembros, imposibilitando que nos movamos; y así pegados a una silla, no nos queda más remedio que contemplar a esa joven que vive enfrente, que siempre ha estado ahí, pero que jamás habíamos reparado en ella. Seremos testigos de excepción, una cinta rodada sólo para nosotros. Y para cuando queramos ser conscientes de ello, ya será demasiado tarde, porque ya estaremos atrapados en esta vorágine que no tiene fin. Reiremos, lloraremos, nos olvidaremos incluso de comer para no abandonar este puesto de excepción que nos ayuda a controlar el mundo. Seremos esos dioses del Olimpo, que aburridos jugaban con los pobres mortales: deshumanizados totalmente porque las agujas del reloj las movemos nosotros a nuestro antojo. Bienvenidos todos a esta nueva era.

jueves, 18 de agosto de 2011

Son tus palabras las mariposas que vuelan


Son tus palabras las mariposas que vuelan,
y antes de que se las beban los vientos del olvido,
las atraparé con mi lengua,
y las llevaré muy adentro para que se queden conmigo.

Serán por siempre el eco de mi voz,
los gritos ahogados en silencio,
los pensamientos enterrados,
el amanecer perdido en sueños.

Letras de resurrección y muerte,
expiación de este alma insomne,
son ellas la tintura que cubre el iris inerte,
que sólo sueña porque ya no puede verte.

Colecciono palabras huérfanas,
y una a una las voy cosiendo,
uniéndolas por siempre con hilos
invisibles a mi memoria.

Ansío las letras, quiero las palabras,
pero no las vacuas ni las indiferentes;
deseo las dulces, las que provocan risas,
las suaves y aduladoras, las sinceras y amistosas.

Son tus palabras las mariposas que vuelan,
las que anidan en mi corazón,
las que alimentan y dan sentido
al aire de mi alrededor.










jueves, 11 de agosto de 2011

Nudos



Somos lazos, cuerdas que penden del firmamento, anudados a esos ladrillos que lo conforman. Y como los hilos, hasta la más suave brisa es capaz de embrollarnos. Se nos anuda el estómago, se nos hace un nudo en la garganta, se nos anuda la lengua; hasta nuestros miembros son capaces de anudarse. Y en este cesto de mimbre, donde reposamos, nos anudamos a otro, al que tenemos al lado. No sé si por cercanía o por simpatía, pero así ha sido siempre. No hay nada que nos diferencia a unos de otros: las madejas varían de color, de tamaño también, pero al final todos permanecemos anudados, queriendo o sin querer.

viernes, 5 de agosto de 2011

El libro

Encontré un libro abierto y se mostró
en la negritud de mi noche.
Esperando, pausado, a que leyese,
a que descifrase las páginas en blanco que me enseñaba.
Aprendí a leer lo que no estaba escrito,
dejé que mis torpes manos acariciasen ese braille imaginario,
que mis dedos disfrutasen de la forma regalada.
Me abandoné al silencio,
espanté mi alma dolida
porque ya no necesito palabras.
Encontré un libro abierto y, 
con la luna otra vez en mi cama,
soñé los senderos y mapas,
y los secretos que vuelan de madrugada.
Releo cada una de sus hojas como quien mece a un niño en brazos
y dejo que el agua clara me lleve,
que me acaricie la brisa, que me empape la vida.

martes, 2 de agosto de 2011

MAGIA

Sucede la tormenta a la calma que inventa mi cabeza.
Sucede la noche al día que transita entre la niebla.
Sucede el llanto a la risa en esta vida de cadenas.
Desciendo al infierno cada mañana
en busca de calor para este corazón tan frío,
que ya no siente nada.
Asciende como el humo mi alma
en busca de otro cuerpo
al que no mortifiquen sus yagas.
Pero sucede al tiempo pasado el tiempo sin fecha,
donde no existe presente,
donde futuro ya no se escribe.
Y agazapada cada noche en mi tejado
sucede el mundo de cartón,
sólo somos títeres en este pequeño guiñol.
Sucede al claro una nube
y me subo a ella porque necesito ver el sol.
Sólo él me da la vida. Sólo él me da el calor.
Porque cada palabra que ahora no digo
mañana será una estrella,
que perdida, se ahogará en el mar de cristal.
Ya no quedan peldaños en esta escalera,
se han desgastado de tanto subir y bajar.
Esperaré una chistera que me quiera albergar.









jueves, 28 de julio de 2011

Sueño de una noche de verano

La noche es la pizarra en blanco de los insomnes,
de los que tienen el corazón partido,
de los que buscan el lado oscuro.
La noche esconde las mentiras, tiñe las verdades a medias,
crecen nuestras pupilas pero la mente se ciega.
Le temo a la noche, a que me falten palabras,
a no encontrar tus ojos, a no respirar tu aire.
La noche es el último amarre a la vida
cuando el mañana no existe.
Al final de un cuento sucede la noche,
a ese último beso, a ese desgarrador abrazo,
a ese adiós entrecortado que amanece en tus labios.
Me persigue el frío, la luna se esconde,
mi alma no descansa, no hay sosiego,
te busco y no te encuentro, quizá
sólo eres un sueño.
El sueño de una noche de verano,
de ramas que se mecen entre suspiros,
de raíces sin tierra que se pierden
por no encontrar a quién asirse.
Eres mi idea, lo que llena este lienzo,
lo que acompaña mis noches en blanco,
él único que borra mis miedos.
La noche se burla y lo enmaraña todo,
se vende al mejor postor en un burdel,
y aún así te anhelo, te espero,
porque tu eres mi sueño en esta noche de verano.



martes, 26 de julio de 2011

Ayer y hoy

Vida nueva y el crono a cero
el tiempo lo cura todo...no me lo creo
el único tiempo que ansío es el reloj de clase para salir al recreo
me creo el mejor mirando al suelo
si hablas con Dios. pregúntale por qué se fué mi abuelo..
escóndete en el agujero más cercano
salgo a la calle y me miran raro
¿la fama? te la regalo
¿la fe?, te lo juro, no doy ni un pavo
la conciencia esta K.O, cayó a la lona
los amigos van y vienen, la cantidad no me impresiona
lo de pedir perdón no siempre funciona,¿me hablas en serio?
arrepentirse es de cobardes y los valientes al cementerio
entre el bien y el mal, elegí quedarme en el medio
a veces me siento un mierda, lo siento por quien se ofenda
pero mis heridas no se cierran con vendas
el pasado es pasado,
el presente pasó a mi lado,
el futuro una partida de dados
lo sé es complicado
la existencia es un chiste que nadie entiende
cada noche apago la luz y la inspiración se enciende
soy uno más pero sin miedo a la muerte
en esta vida las promesas son de mentira y los profetas sólo imaginan
los que se fueron no volverán, por más que quieras
no me pude despedir, normal que duela
me sobran dudas y no encuentro pruebas, pero sé lo que quiero
tengo celos del aire porque vuela libre y mueve tu pelo
por ser invisible para el que quiera verlo y muere por ello
abuso de ser tan negativo día tras día
pero no acuso a los demás para ser feliz conmigo
lo tengo claro, los deseos son sólo eso
o en todo caso papel mojado...
todos juran en balde, yo ya ni creo
yo no sonrío por ser amable,seré sincero
yo ya pagué mi precio y fue excesivo
explícaselo al necio, que queme mi cuerpo si no respiro
me tragué el orgullo y me sabe a mierda
¿confiar en alguien?, es como ahorcarse sin una cuerda
hoy no es mi día, mañana tampoco
el boli es mi guía y la suerte me esquiva, ¿te parece poco?
me duermo y asimilo en tiempo perdido contigo o con cualquiera
nadie me va a quitar las ganas de hacer lo que yo quiera...
a veces me quedo mudo, el porqué lo saben pocos
aquí sudan los hombres, los niños se derriten con los focos
tengo vagos recuerdos y tu no estabas,poco odio y pensamientos que hacen que te hierva el agua
si no aprendes del dolor y del error normal que pierdas
tengo frases para callarte que te mandan a la mierda, hipocresía
todos tienen sus secretos pero los esconden tras la puerta...

domingo, 24 de julio de 2011

Morir en sueños


A estas horas donde un círculo se cierra
porque otro ha de abrirse,
es tiempo de enfrentarme al destino.
Son horas mágicas, en las que pasean las almas,
en las que los fantasmas acechan,
en las que se escribe el futuro para quienes no lo tienen.
Es hora de morir en sueños,
de navegar las aguas turbias 
que subyugan nuestro miedo.
Es mejor morir que vivir muerta,
sin un corazón latente,
sin ninguna batalla librada.

domingo, 17 de julio de 2011

Agujero negro


¿Qué?
Oigo algo...
¡¡Si!!

El blanco y negro de mi alma
que se esfuma por la ventana.
¿Qué?
Siento el silencio.
Notas discordantes
son mis latidos en un piano desafinado.
Pierde sentido la apreciación de la realidad,
y entre un punto y otro tiendo cuerdas
que me sujeten.
Y entre el púrpura y el añil de las horas,
serpenteo por las paredes
que encierran mis noches.
¿Qué?
Es el murmullo...
el de las incipientes olas de mi mente
que repiquetean con la furia
de un animal salvaje.
¿Temo abandonar este mundo?
¡No, no, no!
Temo que me abandone el mundo,
que me tire en la primera curva.
Allí, en el limbo de los sin nombre,
en la tierra de los don nadie.
Me aprisiona el pecho la crueldad,
le temo a las avispas, que al acecho
esperan clavarte el aguijón.
¿Qué?
¡Si, si!
Es el olvido el que agita sus alas
frente a mi casa.
Es la lluvia del mediodía,
la que mece el árbol de la ciencia.
¿Y ahora qué?
Nada.
Se acerca deprisa el tiempo,
oigo sus pasos.

jueves, 14 de julio de 2011

La cara oculta de la luna

 Esa parte oscura que no está,

                                        que nadie ve, que tú no sientes.

Ignorada, apartada

porque en el cielo no brilla.

¿Como has de saber si

soy una o soy la otra?

Cuando me ves, ¿qué pretendes al acercarte?

acaso, ¿no soy la misma que obviabas por no verme?

Soy la cara oculta de la luna,

la que nadie ve, la que nadie siente.

La que permanece estática,

y, a la espera.






sábado, 9 de julio de 2011

In vino Veritas

Este es el título de la última novela del escritor gallego Francisco Castro. Con dureza, o no, aborda el mundo televisivo que hoy inunda nuestras pantallas: pseudofamosos venidos a menos, que víctimas de la reconversión, ahora se dedican al periodismo. Supongo que tanto en la Facultad de Periodismo como en la de Ciencias de la Información estarán que trinan al comprobar que el intrusismo profesional está alcanzando cotas insospechadas. Porque lo que se está haciendo en este país, perdónenme que les diga, no es periodismo ni farrapo de gaitas. Esto es cotileo puro y duro, del que llevan siglos haciendo las "marujas" en la tienda de la esquina, del que crece en los mentireros de barrio y que se alimenta en la barra del bar, de la taberna mugrienta de nuestros pueblos. Investigación quieren llamarle, a apostarse en un altillo cámara en mano con un objetivo tan largo que ya quisieran para ellos los francotiradores de cualquier guerra; a revolver en los cubos de basura en busca de cualquier información que poder vender al mejor postor. Pero lo peor de todo esto, es que toda esta mierda se vende; obviamente por eso la programación está inundada de esta basura. Claro que la culpa es nuestra, y luego que se creían: estamos tan vacíos, tan huecos que cualquier cosa es mejor que aferrarnos a esta puta vida que es la nuestra, que nadie nos ha preguntado si queremos vivir, o dejar de hacerlo. Nos hace crecer y sonreir ver las desgracias ajenas, el dolor compartido parece que es divertido, que nos aleja de esta pestilencia que tenemos debajo de nuestras posaderas y no queremos ver. Me encanta el vino, de siempre, porque en él encuentro lo que no soy capaz de ver en todo lo que me rodea: esa imagen y ese cuerpo lleno de sabiduría. Que me hace viajar y soñar, que consigue que le preste atención a todo lo que me cuenta. Es aprender, supongo, a poner fino el oído y dejar que los taninos, que navegan en su interior, te hagan partícipe de todos sus secretos. Un elixir con vida propia, con más vida que cualquiera que nosotros. Cuánta razón tienes Francisco, in vino veritas.

martes, 5 de julio de 2011

Poema para un día triste

Poema para un día triste,
para un día sin sol,
palabras para una calle muerta,
para una sombra sin corazón.
Tiembla el viento entre mis labios,
le susurra a las nubes que quiere escapar,
que necesita huir lejos:
a donde no llegue el silencio.
Poema para un día triste,
para un día de lluvia
que riega las almas en pena,
vagabundas en un callejón.
Retumba el mar entre mis manos,
le ruega a la luna que lo deje marchar,
que necesita ser libre,
que ha de volver a la inmensidad.
Poema triste,
palabra anodina y sin vida,
tinta ajada y seca,
mientras no vuelva a salir el sol.
 























miércoles, 29 de junio de 2011

Maldición

Pérfidos los oídos
que sólo oyen lo que quieren oír.
Engañosos los ojos
que ocultan lo que no queremos ver.
Falsa esta lengua
que enmaraña las letras, 
que atrapa y escupe palabras,
que se anuda en la garganta,
que nos impide respirar.
Maldito el mundo de cristales de colores,
la chistera y el conejo.
Maldita la falsa moneda,
tramposos todos los que negocian con ella.
Maldigo por siempre el perpetuo espejismo
de este ancho desierto.

jueves, 23 de junio de 2011

Versos de berce a Lois Pereiro

Este ano o día das letras Galegas adicouse a Lois Pereiro como xa saberedes todos. Ademáis de tódolos actos que se fixeron ó longo de toda a patria, os nenos nas escolas tamén participaron da celebración, cada un á súa maneira. A continuación gostaríame expoñer un en particular: un acróstico. Non tería nada de excepcional senón fose porque o fixo un neno de dez anos, e pareceume tan bon, tan cheo de forza que teño que compartilo con vos. Olvidei decirvos que Alejandro é meu fillo, e que non me cega o amor de nai, publicáronllo na revista da súa escola  e pensei que ben merecía  que lle deixase un recuncho.



Lonxe e afastado,
O luar na noite
Indo cara a súa morte
Sen ningún remedio.
Pero non era o final,
Era un novo comenzo.
Rindo e seguro,
E non pola inxustiza,
Indo cara a súa morte.
Rindo e seguro,
O luar na noite.

lunes, 20 de junio de 2011

...y creí que era bueno



Arañé un día la tierra,
manché mis manos,
y entre la negritud de aquel elemento
dejé un árbol.
...y creí que era bueno.
Grabé a fuego un día
las letras que escapaban de mi mente
y en aquel mundo en blanco
plasmé un poema.
...y creí que era bueno.
Y una mañana mi vientre hinchado
tiñó de sangre el amanecer,
y entre claroscuros parí un hijo.
...y creí que era bueno.
Más todo lo bueno no es suficiente,
y le dará el árbol cobijo a este niño,
albergarán los escritos las enseñanzas perdidas,
pero la noche es oscura y el mundo demasiado blanco.
Acechan agazapadas tormentas,
el viento que todo lo arrastra,
la niebla empañará la retina,
y ese camino lleno de piedras.
Serán la vida y la muerte
compañeras en este viaje,
y dejaré que fluyan en el abismo
las mariposas aunque sé que no es suficiente.
...pero creí que era bueno.

sábado, 11 de junio de 2011

Flor marchita

Seca, marchita como la flor olvidada dentro de un libro adolescente. Marcando el momento, la hora, el minuto justo de un beso que jamás olvidaremos. Sin vida reposa mi tallo, marcando el tortuoso camino que hay entre las letras, mostrando el sendero de la divergencia de pensamiento. Ha pasado ya tanto tiempo, se acabó la primavera, y yo sigo aquí para recordar, para traer a este presente lo que dejamos de hacer y lo que hemos andado. Con mis pétalos ajados y derramados a un lado y a otro, desteñidos como ese tiempo lejano, como esa foto que reposa en mi cabecera, voy dando tumbos. De una línea a otra, escojo las palabras certeras, ignorando las feas, las que me producen arcadas y dolor de cabeza. Repaso una y otra vez cada página, porque en ellas reposa cada sueño que tuve, cada suspiro y todos los anhelos que sentí. Sin embargo, ahora sé, que ha llegado el momento: dejaré que el viento entre, que me arrastre y me lleve; que me convierta en polvo y cenizas. Así y sólo así nacerá la esperanza de un futuro.

domingo, 5 de junio de 2011

Piratas de un mar oscuro

Estas últimas semanas, una de las cadenas privadas de nuestra tierra, y no voy a mencionar cuál porque me niego a hacerles propaganda, emitió una miniserie titulada Alakrana. Este buque pesquero, debo apuntar para aquellos que no estén al corriente de los hechos, más concretamente un atunero, con base en puerto español fue secuestrado el 3 de octubre de 2009 por piratas somalíes y liberado finalmente tras 47 días y el pago de 4 millones de dólares. A pesar de los tratados, de la zona de seguridad protegida por la operación Atalanta, las mal llamadas mafias somalíes siguen atacando buques pesqueros. Y digo mal llamadas mafias porque si nosotros nos viésemos en su situación haríamos lo mismo para sobrevivir. Somalia: otro de los tantos países tercermundistas, arruinado por veinte años de guerra, con el país dividido en dos: de una parte un grupo de Al-kaeda que mantiene el control e intenta aplastar y hacerse con el control de la otra parte que sobrevive defendido por lo que queda de un gobierno casi inexistente, y que permanece escondido en un bunker a las afueras de la capital, conocido como Villa Somalia. Extrema pobreza, carencias por doquier, y un pueblo abandonado incluso por sus propios gobernantes, este es el panorama de este pueblo, que mientras pudo vivía de la pesca, se calcula que sobre un 75% de su población. Se dieron cuenta que cada vez más países extranjeros venían a llevarse su sustento con el beneplácito de la guardia costera que nunca llevó acabo su función; pero lo peor aún estaba por llegar. En el 2005, el famoso sutnami que asoló Indonesia, también arrasó parte de las costas Africanas, y lo que los somalíes descubrieron tras la retirada de las aguas, los dejó desconcertados. A lo largo de 400 kilómetros de costa habían sido depositados enormes bidones de deshechos. Algunos permanecían intactos pero otros aparecían partidos por la mitad, y su contenido había desaparecido. Pronto notaron los efectos de aquellos "botes gigantes" que poblaban sus playas: las aguas comenzaron a oscurecer, los peces aparecían muertos en la playa, y todos aquellos que osaban a bañarse salían del agua con su cuerpo lleno de ampollas. Tras un tiempo, el número de neonatos con malformaciones congénitas se triplicó, increíblemente todas esas malformaciones se manifiestan en el aparato genital y en las vías urinarias, y además los casos de cáncer aumentan cada año que pasa. El único hospital del país, situado en la capital, no da abasto ante la demanda de tantos enfermos repentinos: no tienen laboratorio toxicológico, por lo tanto, no pueden averiguar cuál ese tóxico en concreto que los está matando, no tienen unidades de quimioterapia ni de radioterapia, así que un paciente con cáncer morirá irremediablemente ante la imposibilidad de aplicarle cualquier cura. Y les llamamos piratas, y se nos llena la boca cuando decimos mafia, y nos brillan los ojos de rabia contra esos negros que secuestran a nuestros marinos. Acaso nosotros no haríamos lo mismo. De verdad pensáis que no haríamos lo ya sabido, si alguien se atreviese a robarnos nuestro sustento, qué no lucharíamos con palos y piedras, con armas, contra esos que matan a nuestros hijos. ¿No alabamos siempre a aquel Robin Hood que robaba a los ricos para darle a los pobres? ¿Qué es diferente esta vez? ¿Su color de piel, que son un atajo de vagos que prefieren robar a trabajar? ¿Qué nos queda tan lejos que nos da igual? Todo esto puede ser cierto, pero una vez más, estos tiranos que nos gobiernan nos han contado lo que han querido, nos han grabado a fuego la línea de actuación a seguir, y como idiotas, de nuevo, hemos mordido el anzuelo. Piratas, navegantes de un mar oscuro: ¿lo somos nosotros o lo son ellos?