miércoles, 29 de junio de 2011

Maldición

Pérfidos los oídos
que sólo oyen lo que quieren oír.
Engañosos los ojos
que ocultan lo que no queremos ver.
Falsa esta lengua
que enmaraña las letras, 
que atrapa y escupe palabras,
que se anuda en la garganta,
que nos impide respirar.
Maldito el mundo de cristales de colores,
la chistera y el conejo.
Maldita la falsa moneda,
tramposos todos los que negocian con ella.
Maldigo por siempre el perpetuo espejismo
de este ancho desierto.

jueves, 23 de junio de 2011

Versos de berce a Lois Pereiro

Este ano o día das letras Galegas adicouse a Lois Pereiro como xa saberedes todos. Ademáis de tódolos actos que se fixeron ó longo de toda a patria, os nenos nas escolas tamén participaron da celebración, cada un á súa maneira. A continuación gostaríame expoñer un en particular: un acróstico. Non tería nada de excepcional senón fose porque o fixo un neno de dez anos, e pareceume tan bon, tan cheo de forza que teño que compartilo con vos. Olvidei decirvos que Alejandro é meu fillo, e que non me cega o amor de nai, publicáronllo na revista da súa escola  e pensei que ben merecía  que lle deixase un recuncho.



Lonxe e afastado,
O luar na noite
Indo cara a súa morte
Sen ningún remedio.
Pero non era o final,
Era un novo comenzo.
Rindo e seguro,
E non pola inxustiza,
Indo cara a súa morte.
Rindo e seguro,
O luar na noite.

lunes, 20 de junio de 2011

...y creí que era bueno



Arañé un día la tierra,
manché mis manos,
y entre la negritud de aquel elemento
dejé un árbol.
...y creí que era bueno.
Grabé a fuego un día
las letras que escapaban de mi mente
y en aquel mundo en blanco
plasmé un poema.
...y creí que era bueno.
Y una mañana mi vientre hinchado
tiñó de sangre el amanecer,
y entre claroscuros parí un hijo.
...y creí que era bueno.
Más todo lo bueno no es suficiente,
y le dará el árbol cobijo a este niño,
albergarán los escritos las enseñanzas perdidas,
pero la noche es oscura y el mundo demasiado blanco.
Acechan agazapadas tormentas,
el viento que todo lo arrastra,
la niebla empañará la retina,
y ese camino lleno de piedras.
Serán la vida y la muerte
compañeras en este viaje,
y dejaré que fluyan en el abismo
las mariposas aunque sé que no es suficiente.
...pero creí que era bueno.

sábado, 11 de junio de 2011

Flor marchita

Seca, marchita como la flor olvidada dentro de un libro adolescente. Marcando el momento, la hora, el minuto justo de un beso que jamás olvidaremos. Sin vida reposa mi tallo, marcando el tortuoso camino que hay entre las letras, mostrando el sendero de la divergencia de pensamiento. Ha pasado ya tanto tiempo, se acabó la primavera, y yo sigo aquí para recordar, para traer a este presente lo que dejamos de hacer y lo que hemos andado. Con mis pétalos ajados y derramados a un lado y a otro, desteñidos como ese tiempo lejano, como esa foto que reposa en mi cabecera, voy dando tumbos. De una línea a otra, escojo las palabras certeras, ignorando las feas, las que me producen arcadas y dolor de cabeza. Repaso una y otra vez cada página, porque en ellas reposa cada sueño que tuve, cada suspiro y todos los anhelos que sentí. Sin embargo, ahora sé, que ha llegado el momento: dejaré que el viento entre, que me arrastre y me lleve; que me convierta en polvo y cenizas. Así y sólo así nacerá la esperanza de un futuro.

domingo, 5 de junio de 2011

Piratas de un mar oscuro

Estas últimas semanas, una de las cadenas privadas de nuestra tierra, y no voy a mencionar cuál porque me niego a hacerles propaganda, emitió una miniserie titulada Alakrana. Este buque pesquero, debo apuntar para aquellos que no estén al corriente de los hechos, más concretamente un atunero, con base en puerto español fue secuestrado el 3 de octubre de 2009 por piratas somalíes y liberado finalmente tras 47 días y el pago de 4 millones de dólares. A pesar de los tratados, de la zona de seguridad protegida por la operación Atalanta, las mal llamadas mafias somalíes siguen atacando buques pesqueros. Y digo mal llamadas mafias porque si nosotros nos viésemos en su situación haríamos lo mismo para sobrevivir. Somalia: otro de los tantos países tercermundistas, arruinado por veinte años de guerra, con el país dividido en dos: de una parte un grupo de Al-kaeda que mantiene el control e intenta aplastar y hacerse con el control de la otra parte que sobrevive defendido por lo que queda de un gobierno casi inexistente, y que permanece escondido en un bunker a las afueras de la capital, conocido como Villa Somalia. Extrema pobreza, carencias por doquier, y un pueblo abandonado incluso por sus propios gobernantes, este es el panorama de este pueblo, que mientras pudo vivía de la pesca, se calcula que sobre un 75% de su población. Se dieron cuenta que cada vez más países extranjeros venían a llevarse su sustento con el beneplácito de la guardia costera que nunca llevó acabo su función; pero lo peor aún estaba por llegar. En el 2005, el famoso sutnami que asoló Indonesia, también arrasó parte de las costas Africanas, y lo que los somalíes descubrieron tras la retirada de las aguas, los dejó desconcertados. A lo largo de 400 kilómetros de costa habían sido depositados enormes bidones de deshechos. Algunos permanecían intactos pero otros aparecían partidos por la mitad, y su contenido había desaparecido. Pronto notaron los efectos de aquellos "botes gigantes" que poblaban sus playas: las aguas comenzaron a oscurecer, los peces aparecían muertos en la playa, y todos aquellos que osaban a bañarse salían del agua con su cuerpo lleno de ampollas. Tras un tiempo, el número de neonatos con malformaciones congénitas se triplicó, increíblemente todas esas malformaciones se manifiestan en el aparato genital y en las vías urinarias, y además los casos de cáncer aumentan cada año que pasa. El único hospital del país, situado en la capital, no da abasto ante la demanda de tantos enfermos repentinos: no tienen laboratorio toxicológico, por lo tanto, no pueden averiguar cuál ese tóxico en concreto que los está matando, no tienen unidades de quimioterapia ni de radioterapia, así que un paciente con cáncer morirá irremediablemente ante la imposibilidad de aplicarle cualquier cura. Y les llamamos piratas, y se nos llena la boca cuando decimos mafia, y nos brillan los ojos de rabia contra esos negros que secuestran a nuestros marinos. Acaso nosotros no haríamos lo mismo. De verdad pensáis que no haríamos lo ya sabido, si alguien se atreviese a robarnos nuestro sustento, qué no lucharíamos con palos y piedras, con armas, contra esos que matan a nuestros hijos. ¿No alabamos siempre a aquel Robin Hood que robaba a los ricos para darle a los pobres? ¿Qué es diferente esta vez? ¿Su color de piel, que son un atajo de vagos que prefieren robar a trabajar? ¿Qué nos queda tan lejos que nos da igual? Todo esto puede ser cierto, pero una vez más, estos tiranos que nos gobiernan nos han contado lo que han querido, nos han grabado a fuego la línea de actuación a seguir, y como idiotas, de nuevo, hemos mordido el anzuelo. Piratas, navegantes de un mar oscuro: ¿lo somos nosotros o lo son ellos?

miércoles, 1 de junio de 2011

El río

En mi último atardecer, los morados tiñeron estos ojos,
cegadas mis pupilas por tanta oscuridad.
Llovía, me acuerdo.
Porque las gotas de lluvia no osaban tocarte.
Se abrieron los cielos, y tus ojos despejaron las nubes.
Entonces.
Se disipó el mundo a mi alrededor,
la oscuridad de mis retinas tornó en luz,
en agua cristalina, 
en gotas de rocío.
Después.
Se voltó mi noche, día
alfombra anaranjada que discurre bajo mis pies.
Esa locura pertinaz se ancló en mis manos,
trastocó un alma errante
perdida de rama en rama. 
Pero.
El río llegó.
Vino a mi, y fluyó con tanta fuerza
que sentí arrancar las entrañas,
palpitaron estas sienes para devolverme la vida
que el corazón me había arrancado.
Agua.
Vida.
Y el río que corre,
te atraviesa,
me lleva.