sábado, 14 de septiembre de 2013

Déjame

Déjame huir como esa luz que atraviesa las gotas
en la mente del que sólo piensa y no actúa.
Déjame olvidar porque sólo cuando lo suficiente se vuelve insuficiencia
el querer ignorar se convierte en recuerdo permanente.
Déjame, para que sea yo el que pinte la estela de tu marcha en martes trece
y sin viento favorable.
Porque no hay amores faro ni amores guía,
sólo amores perros que viajan en vena hinchada de rabia.
Déjame disfrutar de esta "h" muda y mayúcula en la que quiero ahogarme,
deja que me envuelva con ese frío beso de parca envejecida.
Déjame pelear mi soledad, y dispararé mis palabras hacia otro mundo.
Déjame que tuerza el llanto en nocturna agonía, que apriete dientes,
que pise fuerte, que vuele alto, que destruya el muro de la vergüenza.
Déjame escribirle al viento cartas desde una trinchera,
y el silbido de este fusil será la nana que me adormezca.
Déjame....