miércoles, 11 de mayo de 2011

Bajo tus zapatos

La furia enmascarada que vomitan mis labios,
el veneno disuelto entre el verbo que escupo,
vuelve aquí, te estoy llamando.
Amanezco esta mañana airada como el viento,
torbellinos que atraviesan el encéfalo,
ven aquí, ¿acaso no eres tú el que estoy buscando?
Se deslizan las mentiras y los engaños
entre mi mermelada de perlas,
el vino de anoche no surtió efecto.
Negociaremos el dolor en el desayuno,
ahogará el café nuestros egos,
seré una magdalena en tu plato.
¡Por favor, quédate quieto!
Permanece estático y en silencio,
¡mira aquí, bajo tus zapatos!

5 comentarios:

  1. Impresionante como describes los sentimientos de muchas mujeres.
    Quien no ha llegado a sentirse así alguna vez tiene muxa suerte.
    Nos queda la esperanza de poder subir un poquito más arriba... kizás hasta las rodillas??? :)
    Un saludo!!!!

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  2. la esperanza, Hazel, es que ninguna mujer se tenga que medir con un hombre. Que nunca tenga que rendirse, ni entregarse a algo en lo cuál no cree. Mi esperanza es que la subyugación desaparezca...algo utópico, igual sí, pero prefiro seguir esperanzada.

    un beso enorme
    me alegra verte de nuevo por aquí:)

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  3. Uauuu cómo se transforma esa mujer airada del primer verso !!!! Qué cruda realidad la de querernos tan poco a nosotras mismas!!! qué buen poema Fini, un besazo!!!

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  4. si, adri, igual es que lo veo demasiado a menudo...tanto genio para que al final nos lo traguemos todo...no le encuentro explicación, quizá lo que tu apuntas sea la razón.

    otro beso para ti:)

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  5. los ingenieros de blogger en su intento de mejorar esto han borrado los comentarios de este post...siento las molestias pero no puedo recuperarlas

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