Gaviotas que planean sobre la ciudad
haciendo surcos en la negritud.
Puntos efímeros en este cielo enlosado,
fríos cristales sin casa ni abrigo.
Vuelos sin rumbo fijo, en círculo
a veces, antes del acantilado, se huele la espuma
de este mar intuido, que me invento
con la inercia del viento que arrecia.
Ojos de gaviota,
que me muestran este presente pasado
y la incerteza futura,
porque ella sabe lo que espera.
Cuenta historias su mirada perdida,
de aquellos que no vieron venir la tormenta,
de los que osaron enfrentarse a ella,
de los que hacen círculos cuando vuelan.
Oráculos.
Relegados a eses tejados enmohecidos,
a esconderse, a replegarse
sobre si mismos.
Ojos de gaviota
que acechan desde la lejanía,
que escapan en un vuelo suicida,
del azote de la espuma.
Buenas tardes, Fini.
ResponderEliminar¡Qué biene scribes, joía!. Qué bonito poema.
"-Cada uno de nosotros es en verdad una idea de la Gran Gaviota, una idea ilimitada de la libertad -diría Juan por las tardes, en la playa -, y el vuelo de alta precisión es un paso hacia la expresión de nuestra verdadera naturaleza. Tenemos que rechazar todo lo que nos limite. Esta es la causa de todas estas prácticas a alta y baja velocidad, de estas acrobacias...". (Juan Salvador Gaviota. Richard Bach)
Un saludo.
Me sonrojo con tanto elogio...Desde luego eres mi más grandilocuente seguidor, increiblemente, me conformo con que mis palabras te hagan gozar.
ResponderEliminarQué más se le puede pedir a la vida.
Gracias David:))))))))))))))))))
Hola, guapetona.
ResponderEliminarQué usted tenga una buena tarde.
Un besazo.
¡¡Buen finde, Fini!!
ResponderEliminarUn besazo.