lunes, 24 de octubre de 2011

Te seguiría




Te seguiría allá donde fueses pero la lluvia borró nuestros pasos. 
Sólo me queda el sol amargo de los posos de mi café,
el alma helada, una taza vacía, y la almohada llena de sueños falsos.
Buscando esa utopía que anidó en lo más alto de la cima,
pasa un año más y me empuja la masa para que rece,
pero no encuentro al dios que aplaque mi ira.
La traición y las punzadas de dolor envueltas en una canción,
una rima que me da la calma que no encuentro,
ese silencio que es mi sombra al ponerse el sol.
Te seguiría allá donde fueses pero no encuentro ríos mansos.
Sólo me queda el frío de una hoguera que no arde,
una hoja en blanco, unos ojos que no miran, días eternos y largos.
Buscando esa tierra prometida que alguien dijo que existía,
intento liberar al tiempo de sus cadenas, el ansia crece,
afila el verdugo su hacha, pero esta filosofía es mía.
Me regalan las palabras las alas que he perdido
y esta fosa que han cavado la rellenaré de versos ambiguos,
sellaré mis labios, y tapiaré todas las puertas con muros.
Te seguiría allá donde fueses pero el horizonte ahora es mío,
mías son las gotas de lluvia, la oscuridad de la noche,
cada puerta que abro y también las que cierro.
Buscando una llama que no se extinga,
un faro que me guíe, una musa que me inspire,
un camino sin piedras, una rosa sin espinas.
Sólo otros como yo resolverán este dilema, este juego
en un tablero con fichas que están perdidas,
arrastradas por los vientos del olvido.

Te seguiría, créeme, pero esta vez, haré un alto en el camino.




1 comentario:

  1. Fini, sí descansa en el camino y recapacita sobre la veleidad de los seres humanos.

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