¡Cómo olvidarme!
¿Acaso olvida el sol a la luna
cuando se esconde por la noche?
¿Acaso se olvida el mar
de acariciar la arena cuando vuelve?
Duele recordar y acordar que no tienes,
más el peor dolor es olvidar
aquello que sientes.
Y como un brote lechoso
endurecido por sus nervios,
tendemos nuestra cara al sol
en busca del preciado alimento.
Pero inútil el calor
sin una rama que nos sujete.
Fútil existencia en verde
que nos arrastrará hacia el dolor.
¡Cómo olvidarme!
¿Acaso olvida la piel
al aire que estremece sus poros?
¿Acaso olvida la lengua
esa pena que abrasa como la hiel?
Duele resucitar cada mañana tras un ocaso herido,
más el peor dolor es la vida
que se escapa por la retina.
Seré transeúnte por este fino hilo
que une el alpha a la costumbre,
y que al llegar al otro lado del camino
hallará la respuesta al acertijo:
¡Cómo olvidarme!
No hay comentarios:
Publicar un comentario